La propuesta concibe el edificio y la nueva plaza central como parte de un conjunto que revitaliza el patrimonio y otros edificios existentes que completan el bloque urbano perteneciente a la LMU. La intervención utiliza una pérgola de entrada que lleva a los visitantes a la entrada principal del edificio, al mismo tiempo que enmarca la nueva plaza central. La plaza une los edificios de conferencias con el sur con el nuevo edificio que ofrece un atractivo espacio de circulación y relajación durante todo el año. La cafetería se encuentra en el nexo de las vías de circulación pública e interna y está orientada a aprovechar la óptima orientación solar. Los visitantes públicos se orientan fácilmente a los espacios expositivos, mientras que los usuarios académicos también pueden acceder a través del generoso vestíbulo a sus respectivos destinos de departamento a través de las escaleras o ascensores. 

La geometría del edificio invita a entrar en el espacio público y, lógicamente, distribuye los usos del edificio requeridos desde los más públicos hasta los espacios más privados y basados en la investigación que habitan el ala norte con sus patios escalonados. Estos proporcionan acceso a la luz y al aire, así como aislar al ruidoso de las actividades más tranquilas. El edificio está organizado en tres partes con bloques lineales que corresponden a los usos clave; el bloque mas al sur contiene los espacios de entrada, exposición y biblioteca en un volumen verticalmente apilado que aborda la entrada a la plaza; el bloque central contiene un café central a nivel del suelo con espacios de oficinas arriba; el tercer bloque contiene los espacios de taller y laboratorio con sus diversos requisitos espaciales y ambientales.