La música es un lenguaje universal que conecta a las personas en muchos niveles: emocional, físico, intelectual y espiritual.
Es una forma de lenguaje que nos hace humanos pero no se basa en un lenguaje hablado en particular. Puede crear comunidad y unir a extraños, incluso momentáneamente, a través de una experiencia compartida. La música nos anima a interactuar y escuchar. Nuestra propuesta explora el potencial de crear un nuevo espacio para esta interacción y compromiso. El espectacular emplazamiento frente al río, frente al centro histórico nos ofrece la oportunidad de reunir las virtudes de un lugar prominente con un concepto de tres espacios de actuación finamente afinados envueltos por un generoso vestíbulo de entrada que difumina la transición entre dentro y fuera. Las vistas privilegiadas sobre el río y la ciudad se explotan en tres niveles. Los espacios de apoyo están escondidos detrás de la auditoria y dan a la carretera, proporcionándole actividad durante todo el día y hasta la noche.